Cambiar a contenido. | Saltar a navegación

Rehabilitación de la Basílica del Pilar, Zaragoza, España

Múltiples aplicaciones con BRIO
Desde 2005 se han llevado a cabo los trabajos de rehabilitación integral de la Basílica del Pilar, de origen medieval.

Descripción

Desde 2005 se han llevado a cabo los trabajos de rehabilitación integral de la Basílica del Pilar, de origen medieval. Anualmente recibe alrededor de 10 millones de visitas que no se han visto interrumpidas, en ningún momento, por estas actuaciones.

Los trabajos de restauración exterior de todas sus fachadas consistieron en la consolidación, limpieza y reposición de ladrillos, además de la intervención en los zócalos de piedra y en las molduras de los enmarques de los vanos.

Solución ULMA

En la rehabilitación de la torre baja de la Basílica, se montó una estructura de BRIO de 92 m de altura empleando, como elemento estructural, brazos de 0,70 m de anchura. Sobre ellos, se establecieron, en todos los niveles, plataformas de trabajo protegidas para el usuario por barandillas de protección y rodapiés. Además se colocaron barandillas de seguridad que permitieron al montador proteger el nivel superior, antes de acceder hasta él, desde el nivel de trabajo. El sistema dispone de una escalera totalmente desmontable que proporcionó una circulación vertical cómoda, rápida y segura.

Los trabajos en esta torre se desarrollaron en 4 fases: la primera hasta la cornisa a 26 m de altura; la segunda comenzó desde el capitel a 63 m, sin aproximaciones a la fachada, seguida por actuaciones en el propio capitel; y la última, el acondicionamiento de la parte central desde los 26 m hasta los 63 m. La planificación de los trabajos consiguió reducir al mínimo la cantidad de material necesaria para la ejecución de las distintas fases del proyecto planteadas a largo plazo.

Con BRIO fue posible realizar todas las estructuras requeridas, con geometrías diversas, para ejecutar trabajos en: las cubiertas de la Basílica donde se impermeabilizó y se sustituyeron las tejas; en la fachada sur, la limpieza de la zona central para restaurar el relieve de Pablo Serrano y las esculturas superiores en piedra de Santa Engracia, San Valero, San Braulio y Santa Isabel; la cúpula de la Regina Martyrum, donde Goya pintó entre 1780 y 1781 y el órgano Mayor del siglo XV.